
Paseo por el perfil de tus labios midiendo el tiempo:
es exacto;
calibro tu pecho sumido en sueño:
no atrasa.
Condensando el deseo, el reloj se para.
No entendiste el lenguaje
ni yo el acertijo
y la fragilidad quedó en casa
para que tus horas
permanecieran a mi lado.
Dueña de tu tiempo
quise volver atrás manipulando manillas
pero supe que inexorablemente
nunca nos da otra oportunidad.