Sentada esperando
a ver si aparecían.
Mientras tanto,
con una cervecita ensimismada,
pensando en cómo corrían,
corrían los años,
en lo mayor que me hacía,
en la vida en sí…
fui interrumpida por un joven.
¿Está la silla ocupada?
No, por respuesta
y se sentó.
Ante mi interrogación
él dijo: "me has gustado".
(No le echaba más de treinta)
Tras hablar durante un buen rato
supe que era arqueólogo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario