Cuántas veces
se acerca la fecha
con el miedo
de no estar preparada;
maldígome y me digo:
si tuviera un día
tan sólo un día más…
Cuántas veces
no duermo esa noche
para concluir el deber,
recuperar tiempo,
sin cena ni desayuno
y me digo,
si tuviera una hora
tan sólo una hora más…
Cuántas veces
disculpo la falta
por mis muchos asuntos
que eran urgentes
como cotillear las redes
probarme una prenda u otra
o sentarme sin prisa en el sillón
y me digo:
hubiera estado perfecto
disponiendo, tan sólo,
de un minuto más.
Hoy temo que llegue la Dama,
sin previo aviso,
me falten cosas,
aquellas , “ gracias”,
que olvidé,
el “te quiero” que no dije,
el beso que no di…
Y por mi pensamiento,
como estrella fugaz,
rogara disponer de dos segundos,
tan sólo…
4 comentarios:
Siempre es hoy todavia, Reme.
Puede que sí; pero a veces lo dudo.
Gracias por tu visita y tu comentario. Un beso.
Me gustaría concederte el don de parar el tiempo. Pero, como no va a ser posible, tendrás que aprender a someterte a él y hacer solo lo que te de tiempo. Eso si, eligiendo bien que dejas cada día atrás. Es la trampa de vivir. BSSSS
Sí, y cuántas veces lo perdemos. Gracias de nuevo por tus apuntes. Besos.
Publicar un comentario