A veces me resulta imposible
no gritar contra este mundo.
Los silencios me perturban
intentándome explicar
los porqués de los demás ;
La falta de honestidad me rebela,
quiero no creer que
entre sentimientos se aparte,
pero cuántas veces gana
el tan requerido quererse a sí.
Lucho por no llorar,
persigo ignorar que me ignoran,
acometo los designios que
el destino me ha impuesto,
sonrío porque vivo.
Pero , a veces, me quedo
fijamente mirando el horizonte
esperando el “sí” del último
deshoje de una margarita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario