Mi cuerpo limita al norte con el sueño
al sur con los pies en la tierra
al este con un ala
al oeste con otra.
Cuando miro al norte
las alas se extienden,
anuncian vuelo
y el sur olvida su existencia.
A poco que me elevo
hay llanto por lo perdido
y llanto por lo que pierden.
¿Qué hará que los árboles hablen
ruja el mar o que me llegue tu súplica?
y a poco que me elevo
miro al sur y vuelvo
a tener los pies en la tierra.
8 comentarios:
Felicitaciones por tu Blog, me ha encantado.
Abrazos.
Muchísimas gracias! Es muy agradable que guste lo que escribo. Un beso.
Original modo de orientarte en el espacio. Me gusta el poema. Un beso.
Carlos
Gracias Carlos, encantada de que pasees por mi blog. Un beso.
Así sí se puede volar,sin perder de vista el suelo.Me gustó el poema.
Y también me gustó tu blog,volveré...
PD:Me encanta encontrar maestros-poetas por este mundo de la blogosfera.Yo también soy maestro.Poeta,no tanto...
Saludos cordiales,colega.
Gracias, Jerónimo por tu comentario. Yo tampoco me considero poeta, tengo tanto que aprender... Un beso y siempre eres bienvenido.
En los momentos maravillosos o, simplemente de gozo... no debemos mirar al suelo. Seguro que volveremos a la cruda realidad. Que no es tan cruda pues a veces, nos permite volar!!!!!
Sugerente y bello. Gracias por compartirlo. BSSSSSS, Edu
Gracias a ti por estar aquí. ¡Qué pocas veces nos permitimos volar sin mirar al suelo! Un besazo.
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