Descansaría en esa altura
donde nadie pudiera verme
ni creyeran despótico
mi último pensamiento.
Allá no se llega en ascensor,
es un regalo para el que supo vivir
y pocos son los elegidos.
Allá no se esperan promesas,
ni sueños que nos crezcan,
nada nos afecta ni nos hace llorar;
no duelen las heridas ni necesitamos de otros,
no somos fuertes ni débiles .
Allá nada importa porque nada esperamos.
Pero mientras me elevo,
me afecta lo que me dicen,
espero que cumplan las promesas,
quiero realizar mis sueños
duelen las heridas
no soy fuerte,
lloro y os necesito.
4 comentarios:
Lo peor de subir es la fuerza de gravedad, los pesos que nos arrastran. A veces, es mejor sentirnos globos de gas , para subir, subir, subir... saludos!!
Gracias, Alfonso, por tu comentario y por leerme.Un beso.
Ese ALLÁ suena a un mas allá frío pues, ni se siente ni se padece. Si no hay dolorq no hay alegría, sin cansancio no hay descanso, sin hambre no hay gozo en el comer... No quiero ese mas allá. Pero, si quiero estar ahí cuando te haga falta y gozar de tantos momentos como seamos capaces de crear y recrear. Si no nos haremos viejos, ajados y cenizos. Un abrazo amiga
Pues a lo mejor,Edu, pero me imagino la paz interior que se puede sentir, llegado ese estado en el que sólo vemos lo positivo de cada situación, sin juicios.Gracias por tu apoyo. Un beso.
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