Grito, sobre la duna,
el deseo de encontrarte,
y como fugaz escultura,
reina del espejismo,
percibo tu negra figura
alejándose en la lejanía.
Notas en tono menor
pasean por mi mente
creando la melodía
del vago recuerdo
como tu efímera imagen
disuelta en arena.
Y siento el calor desértico,
el abrigo manto,
la noche helada,
el agudo timbal,
el olor a tabaco,
el último té
en mis manos.
2 comentarios:
El desierto es hermoso porque oculta un pozo de agua cristalina en cualquier parte. Solo hay que saber buscarlo. En la búsqueda te asomas al pozo y el pozo se asoma a ti y corres el riesgo de encontrarte. Un beso
Gracias, Edu por tus palabras tan bonitas. Otro beso.
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