Se acabó el té,
no es un gran problema
pero la tos no me deja dormir
y auguro una noche larga.
No sé cómo voy a sobrevivir
sin una taza de té.
También me preocupa un poco
no sentir más sus labios,
ni volver a oír sus palabras
envueltas en papel celofán,
que musitaba a cambio de sexo.
Pero ... que no me quede té..
Quizás sea de más envergadura
la falta de libertad, o
que se consuman los días
mediando entre el rígido deber
y el alocado querer que
ni me obedecen ni me soportan.
¿Se molestará el vecino
si a estas horas tan intempestivas
le pido una bolsita de té?
Además,
me aflige esperar verte
para resumir los sucesos
acaecidos durante la semana,
reír por nimiedades
y reprimir deseos por prohibidos.
Y recrimino
mi falta de previsión,
responsabilidad,
rigor y mi osadía;
causas por las que me veo
sin una maldita taza de té.
6 comentarios:
Te dejo la bolsitas de té que quieras, pero por favor no dejes de tener esta originalidad en los que escribes, eres mágica querida amiga
Mi abrazo
Stella
Muchísimas gracias, Stella. Cojo las bolsitas; y lo de escribir...ya sabes, a veces las musas están de vacaciones, como decía Serrat. Un besazo.
Vuelvo....vuelvo...y volveré
Te dejo mis saludos con un gran abrazo
Stella
Muchísimas gracias Stella por tus visitas; como ves, no escribo con regularidad y el blog se convierte en un blog lento. Un beso.
Hola amiga mía no sabes cómo me alegra haber encontrado tu espacio web, que seguiré con atención. Respecto al poema yo sólo podría solucionarte lo del té -soy teadicto- y ahora lo tendría más facil te la acerco en un momento ya vivo en un lugar medioperdido de la Bahía de Cádiz.
Besos!!
Amador Muñoz
Hola Amador!, gracias por pasearte por mi espacio; me alegra que por fin estés viviendo en el lugar que querías.
Un beso y nos seguimos viendo.
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